A la facultad para crear nuevas ideas se le conoce como imaginación, y es el primer paso para cualquier creación tangible o intangible, como un cuadro o la letra de una canción. La imaginación se nutre del entorno, los sentidos y las experiencias. No obstante, imaginar es un acto abstracto, es decir, no pasa de construir una representación mental sobre algo. La creatividad, en cambio, es la imaginación puesta en uso; y se convierte en innovación cuando es transformadora.
En el contexto corporativo, innovar es crear un producto o servicio que supla vacíos, transforme hábitos de consumo y tenga aceptación en el mercado. Si un producto o servicio no tiene buena recepción ante los consumidores, no se puede hablar de innovación.
Para desarrollar un producto o servicio verdaderamente innovador, es necesario conocer a los usuarios finales: sus creencias, comportamientos, necesidades, gustos y capacidades. Los usuarios son uno de los factores dinamizadores de la innovación; es preciso observarlos permanentemente ya que pueden llegar a cambiar tan rápidamente como el mercado mismo.
No se puede desarrollar un producto o servicio innovador cuando no se promueve una cultura de la innovación en la organización. La innovación corporativa no es un proceso o una tarea exclusiva de algunas áreas; es una cultura. Las empresas líderes en el mundo, como Google o Facebook, se caracterizan por una cultura de la innovación promovida entusiastamente desde la alta dirección.
Cinco dimensiones de las empresas innovadoras
Califica como baja, media o alta la innovación que se produce en cada una de estas cinco dimensiones de tu organización:
- Primera dimensión: productos y servicios
- Segunda dimensión: procesos
- Tercera dimensión: modelo de negocio
- Cuarta dimensión:marketing
- Quinta dimensión: organizacional
Para cada calificación asegúrate de tener un argumento. Por ejemplo: “En mi empresa la innovación en procesos es baja debido a que existe la cultura del ‘así lo hemos hecho toda la vida”.
Esfuérzate por ser lo más objetivo posible. Si, por alguna razón, desconoces los procesos de innovación que se gestan en alguna dimensión (por ejemplo, marketing), investiga primero antes de dar una calificación baja. Muchas veces el problema de las organizaciones no es la falta de innovación sino la pobre comunicación entre las áreas.